Este árbol, de aspecto imponente por su frondosidad y follaje, proporciona una excelente sombra; por generaciones, niños y mayores han dejado trancurrir momentos agradables sentados bajo la copa de una ceiba; también, en ella se han tejido importantes hechos que acompañan la historia de El Salvador, pues esta estrechamente ligada a la forma de vida y a las creencias religiosas de su gente.
Los pueblos mesoamericanos consideraban a la ceiba un árbol sagrado, pues según sus relatos mitológicos de ella proviene su estirpe y la abundancia de sus recursos naturales. Para los mayas, la ceiba roja del este (yaxcheelcab - árbol del mundo- la gran ceiba) fue esquinas del mundo: la blanca del norte, la negra del oeste, la amarilla del sur, la roja del este y un quinto árbol en el centro de la tierra, de color verde, cuya altura no tiene fin, y sus raíces penetran en el inframundo, mientras que las ramas mas altas sostienen el cielo.
En comunidades de ascendencia indígena como Ataco, Nahuizalco, Izalco y en el occidente del país, todavía se conservan ceibas centenarias y bajo su sombra estos pueblos celebran sus convocaciones e instalan sus mercados.
En la época de la colonia, alrededor de una ceiba se fundaron la mayoria de los pueblos, constituyendo este generoso árbol el centro de la plaza, conservandose aún muchas de ellas; por ejemplo, en San Lorenzo, departamento de San Vicente, se encuentran tres imponentes ceibas en el parque central; en Antiguo Cuscatlan, población aledaña a la ciudad capital, todavia se disfruta la fresca sombra de una ceiba legendaria que, según cuentan algunas versiones históricas, presenció la lucha de la conquista.
Una ceiba centenaria en el Cementerio de Los Ilustres, de San Salvador, que acompaño con su muda presencia el dolor de innumerables familias, también fue testigo de un suceso memorable, un 29 de agosto, bajo su sombra fue fusilado el memorable, un 29 de agosto, bajo su sombra fue fusilado el general Gerardo Barrios(1813-1865), quien goberno la República durante varios períodos, entre los años de 1858 a 1863.
Por Decreto Legislativo del 14 de enero de 1992, La Ceiba fue declara "Arbol de la Paz", para conmemorar la firma de los Acuerdos de Paz, que terminaron con 12 años de conflicto armado.
Este Hermoso árbol, tan alto como ancho es el gigante de la vegetación arbórea del territorio salvadoreño que destaca en valles y principalmente en la planicie costera. Su tallo cilindrico alcanza hasta 50 metros de altura y más de 2 metros de díametro; su copa es muy amplia, formada por ramas horizontales; sus hojas son palmeadas, caedizas y alternas. Entre diciembre y enero bota las hojas, y es cuando brotan las flores blancuzcas o rosadas, que estan situadas a los extremos de las ramitas. Su fruto es una cápsula oblonga de 10 a 12 centimetros de largo y contiene muchas semillas redondas, cubiertas de pelos lanosos con aspecto de algodón.
La madera, que presenta tonalidades de café claro a blanco, se utiliza para muebles artesanales; por ser una madera liviana pero fibrosa, dentro del agua adquiere resistencia, por lo que sirve para tallar cayucos y canoas.
La fibra lanosa de su fruto, conocida como kapok de java, sirve de relleno para almohadas y colchones.
Los pueblos mesoamericanos consideraban a la ceiba un árbol sagrado, pues según sus relatos mitológicos de ella proviene su estirpe y la abundancia de sus recursos naturales. Para los mayas, la ceiba roja del este (yaxcheelcab - árbol del mundo- la gran ceiba) fue esquinas del mundo: la blanca del norte, la negra del oeste, la amarilla del sur, la roja del este y un quinto árbol en el centro de la tierra, de color verde, cuya altura no tiene fin, y sus raíces penetran en el inframundo, mientras que las ramas mas altas sostienen el cielo.
En comunidades de ascendencia indígena como Ataco, Nahuizalco, Izalco y en el occidente del país, todavía se conservan ceibas centenarias y bajo su sombra estos pueblos celebran sus convocaciones e instalan sus mercados.
En la época de la colonia, alrededor de una ceiba se fundaron la mayoria de los pueblos, constituyendo este generoso árbol el centro de la plaza, conservandose aún muchas de ellas; por ejemplo, en San Lorenzo, departamento de San Vicente, se encuentran tres imponentes ceibas en el parque central; en Antiguo Cuscatlan, población aledaña a la ciudad capital, todavia se disfruta la fresca sombra de una ceiba legendaria que, según cuentan algunas versiones históricas, presenció la lucha de la conquista.
Una ceiba centenaria en el Cementerio de Los Ilustres, de San Salvador, que acompaño con su muda presencia el dolor de innumerables familias, también fue testigo de un suceso memorable, un 29 de agosto, bajo su sombra fue fusilado el memorable, un 29 de agosto, bajo su sombra fue fusilado el general Gerardo Barrios(1813-1865), quien goberno la República durante varios períodos, entre los años de 1858 a 1863.
Por Decreto Legislativo del 14 de enero de 1992, La Ceiba fue declara "Arbol de la Paz", para conmemorar la firma de los Acuerdos de Paz, que terminaron con 12 años de conflicto armado.
Este Hermoso árbol, tan alto como ancho es el gigante de la vegetación arbórea del territorio salvadoreño que destaca en valles y principalmente en la planicie costera. Su tallo cilindrico alcanza hasta 50 metros de altura y más de 2 metros de díametro; su copa es muy amplia, formada por ramas horizontales; sus hojas son palmeadas, caedizas y alternas. Entre diciembre y enero bota las hojas, y es cuando brotan las flores blancuzcas o rosadas, que estan situadas a los extremos de las ramitas. Su fruto es una cápsula oblonga de 10 a 12 centimetros de largo y contiene muchas semillas redondas, cubiertas de pelos lanosos con aspecto de algodón.
La madera, que presenta tonalidades de café claro a blanco, se utiliza para muebles artesanales; por ser una madera liviana pero fibrosa, dentro del agua adquiere resistencia, por lo que sirve para tallar cayucos y canoas.
La fibra lanosa de su fruto, conocida como kapok de java, sirve de relleno para almohadas y colchones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario